El uso del protector solar es imprescindible para lucir una piel sana y sin signos de envejecimiento prematuro. A parte de prevenir la aparición de enfermedades graves como el cáncer de piel, es la mejor crema antiedad, ya que el sol es el principal causante del envejecimiento facial. 

Su efectividad depende en gran parte de nuestros hábitos diarios, ya que habitualmente sólo incluimos este producto en nuestra rutina al llegar el verano y pasar más tiempo al sol (playa, piscina…) o no lo aplicamos con la frecuencia necesaria como para mantener nuestra piel protegida. 


Los 7 errores más frecuentes que se cometen al aplicar protector solar:

  1. Aplicar protector solar únicamente cuando vas a la playa o la piscina. Realmente estás expuesto a la radiación solar durante todo el año, incluso en los días nublados, por lo que debemos incluir el protector solar en la rutina facial diaria los 365 días del año.
  2. Utilizar el protector solar del año anterior es otro de los grandes errores que cometemos, ya que en general estos productos cuentan con una caducidad de 12 meses. Además la forma de almacenarlos también es importante, ya que con el calor pierden efectividad.
  3. Otro gran error es no escoger el SPF adecuado para nuestro fototipo de piel, en general recomendamos empezar siempre utilizando SPF50 y según se vaya bronceando la piel bajar al SPF30. Para niños y fototipos muy blancos utilizar siempre SPF50.
  4. Si no aplicamos la cantidad suficiente, no estaremos aplicando la cantidad de crema solar necesaria para protegernos de las radiaciones solares. Por ello, os recomendamos aplicar 2 dedos de protector solar en cada parte del cuerpo.
  5. Si no reaplicas la crema solar con la frecuencia necesaria, tu piel quedará desprotegida tras salir del agua, sudar o estar en contacto con la arena o la toalla. De forma general se aconseja aplicar de nuevo protección solar cada 2 horas.
  6. No olvidar ciertas zonas al aplicar el protector solar, evitará que te lleves sorpresas y desagradables quemaduras. Recuerda no olvidarte de la nuca, los empeines, las orejas, el cuero cabelludo o los pliegues de las rodillas.
  7. Pensar que utilizar un factor de protección elevado impedirá que nos pongamos morenos es uno de los grandes mitos sobre la piel en verano, por lo que mucha gente elige SPF inferiores al que su piel necesita, utiliza directamente aceites bronceadores o prescinde de aplicarse protector solar. De esta forma sólo conseguirás ponerte moreno a costa de quemar tu piel, aumentar el riesgo de padecer en el futuro un melanoma y aumentar el fotoenvejecimiento prematuro de tu rostro. Recuerda, un bronceado saludable y duradero sólo se consigue con protector solar!

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