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Con la llegada del verano, nos enfrentamos a las altas temperaturas y los peligrosos golpes de calor. ¡Y es que vaya, vaya, aquí no hay playa! Por lo que si te encuentras en zonas muy calurosas, es crucial prestar especial atención a tu protección y seguir una serie de recomendaciones para que la ola de calor no ponga en riesgo tu salud. Por ello, desde Farmacia Gamo, vamos a recomendarte una serie de pautas y consejos para evitar sufrir un golpe de calor este verano.
Los golpes de calor, son bastante más serios de lo que creemos y, sobre todo, ciertos grupos de la población corren más riesgo de sufrirlos y padecer sus consecuencias. Este es el caso de:
Las temperaturas excesivamente elevadas que tenemos en verano pueden alterar nuestra temperatura corporal y tener repercusiones graves en nuestra salud, llegando incluso a ser mortales. Los síntomas más frecuentes para identificar un golpe de calor pueden durar horas e incluso días. Algunos de los más frecuentes son:
En casos muy extremos, la temperatura puede sobrepasar los 40º y pueden aparecer convulsiones, entrar coma e incluso ocasionar la muerte. Además, en casos muy graves, los golpes de calor pueden dar lugar secuelas permanentes como insuficiencia renal, problemas cardiacos, problemas neurológicos o daños hepáticos. Por ello es de vital importancia tomar las precauciones necesarias, y en caso de notar alguno de estos síntomas, actuar cuanto antes.
Para evitar los golpes de calor durante el verano, desde Farmacia Gamo te aconsejamos seguir estas recomendaciones:
Durante las horas de mayor calor, generalmente entre las 12 y las 4 de la tarde, es recomendable quedarse en casa para evitar la exposición directa al sol y las altas temperaturas. En este periodo, el calor puede ser más intenso y aumentar el riesgo de deshidratación o el de padecer un golpe de calor. Por ello, recomendamos centralizar las actividades en el exterior durante las primeras de la mañana o últimas horas de la tarde.
Es fundamental mantenerse hidratado durante una ola de calor. Beber líquidos regularmente, incluso si no sientes sed, ayuda a prevenir la deshidratación. Opta por agua, zumos naturales y bebidas isotónicas para reponer los electrolitos perdidos por el sudor. Evita las bebidas azucaradas, alcohólicas y la cafeína, ya que pueden estas bebidas actúan como diuréticos y pueden favorecer la deshidratación.
Durante una ola de calor, es recomendable evitar la práctica de ejercicio físico intenso al aire libre, especialmente durante las horas más calurosas del día. El esfuerzo físico combinado con las altas temperaturas aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud como agotamiento o un golpe de calor.
Las comidas copiosas y pesadas pueden hacer que el cuerpo genere más calor durante la digestión, lo que puede resultar incómodo. Prioriza alimentos frescos, como frutas, verduras y ensaladas, que te ayudarán a recuperar las sales perdidas por el sudor y a mantenerte fresco e hidratado.
Opta por ropa ligera, de telas transpirables y colores claros. Estos materiales permiten una mejor ventilación y ayudan a mantener el cuerpo fresco al facilitar la evaporación del sudor. Evita prendas ajustadas que puedan dificultar la circulación del aire.
Para mantener un ambiente fresco dentro de casa, utiliza ventiladores, acondicionadores de aire o abre las ventanas en las horas más frescas del día. También puedes bajar persianas o toldos para bloquear la entrada directa del sol y reducir la acumulación de calor en el interior, así como apagar los aparatos electrónicos e intentar ventilar por las noches.
Las temperaturas dentro de un vehículo pueden aumentar rápidamente y alcanzar niveles peligrosos, lo que puede causar daños o incluso la muerte debido al golpe de calor.
Las personas más vulnerables, como los ancianos, niños pequeños y aquellos con problemas de salud crónicos, son más propensas a sufrir los efectos adversos del calor. Presta especial atención a estas personas, asegurándote de que estén hidratadas, frescas y cómodas. Verifica regularmente su estado de salud y busca atención médica si presentan síntomas relacionados con el calor, como mareos, fatiga extrema o confusión.
En caso de estar notar alguno de los síntomas o estar con alguien que está sufriendo un golpe de calor, debemos actuar siguiendo una serie de pautas:
Mueve a la persona afectada a un lugar fresco y sombreado para evitar una mayor exposición al calor. Alejarla de fuentes de calor directo es crucial para reducir la temperatura corporal.
Si la persona está consciente y puede beber, ofrézcale pequeños sorbos de agua fresca. Esto ayudará a rehidratar el cuerpo y aliviar los síntomas del golpe de calor.
Desviste a la persona afectada o afloje su ropa para permitir una mejor ventilación y ayudar a enfriar el cuerpo.
Moja paños con agua fresca y colócalos en la frente, la cara y las axilas de la persona para ayudar a bajar su temperatura corporal. Si es posible, también puedes aplicar compresas frías o hielo envuelto en una tela.
En caso de que esté inconsciente, colócalo en posición lateral de seguridad para evitar que se asfixie en caso de vómito.
Es importante buscar ayuda médica de inmediato. Llama al servicio de emergencias o al número de emergencia local para informar sobre la situación y solicitar asistencia médica profesional.
Sigue nuestras pautas para hacer frente al calor y disfruta de un verano sin riesgo. Si necesitas ayuda sobre como cuidarte en verano y las precauciones que debes tomar, ¡No dudes en preguntarnos! Puedes hacerlo a través de nuestro chat en la web, whatsapp o redes sociales.